30 nov 2009
“Lo que más me gustó del paseo, fue la comida”, expresaba Rosa de 16 años en medio de risas y chistes. Es que las Hermanas Teresianas nos acogieron en su casa de Ejercicios en el norte de Bogotá. ¡Qué jardines hermosos, todo limpio y hasta con naranjas los árboles¡ El Equipo intercongregacional intentaba recoger el año de acompañamiento que hizo a jóvenes afro colombianos y expresarles que el Señor está cerca, que sigamos luchando para que la desesperanza no encuentre un sitio en nuestras vidas y hasta con impotencia decirles que no se derrumben. Que la muerte fue vencida. Navidad – Navidad a esconder la realidad …
La mamá de Rosa estaba tan contenta porque consiguió un día de aseo en casa de una familia muy fina del norte de Bogotá. Desde El Oasis hasta allí son 2 horas de ida y otras tantas de venida. Pero es que son 20 mil diarios comentaba llena de esperanza, “esto me va a servir para dar algo de las cuotas que debo en la escuela de Yenner, Irma, Yolanda y Rosa”. Son una familia desplazada de Tumaco, que vive en esa miserable zona de Soacha, ella cabeza de hogar con cinco hijos-as.
Ya en la ciudad brillan las luces y adornos que adelantan una fiesta grande. Navidad – Navidad a esconder la realidad…
La CRC ya termina un año de trabajo y hay prisa en las oficinas para dejar todo listo. Lo mismo en nuestra Comisión. Evaluamos nuestro servicio con un agridulce en la boca. Hicimos un esfuerzo mancomunado entre tantas-os hermanas y hermanos, en que intentamos enfrentar dificultades y aportar con sencillez una cuota de esperanza cristiana en el caminar del pueblo de Dios. Ciertamente que cualquier esfuerzo es insuficiente. Las tinieblas apagan las luces de una Navidad para todos-as. Sin embargo, nuestro esfuerzo sigue siendo para que el Señor que está en medio de su pueblo, ilumine las oscuridades de la injusticia y podamos celebrar en realidad nuestra Navidad toda .Es que es el mismo Dios que sueña con una mesa gigante libre y para todos como un solo pueblo, donde no cerraremos la puerta a ningún hermano. Sueño al cual estamos invitados-as a sumarnos.
La Comisión y la CRC toda, agradece de corazón el trabajo incondicional de Pilar Barahona. Comenzó su trabajo en la CRC el 1º de mayo de 1999 como bibliotecaria y posteriormente, desde el 2006, asumió la secretaría auxiliar de la Comisión. Destacamos de nuestra compañera María del Pilar, su lealtad y discreción. Pedimos al Buen Dios por ella, por sus nuevos planes de vida y que con sus hijos Santiago, Sebastián, Ana María y su esposo Francisco, sigan dando testimonio como familia del amor, que sí es posible.
Por otra parte, en la CRC también termina el servicio del P. Guillermo García, TC quien se ha desempeñado como Secretario General de la Conferencia de Religiosos durante más de cinco años. No sólo su eficiencia, sino sobre todo porque siempre hemos podido contar con él.
Finalmente nuestra Hermana Patricia Osorno, Carmelita Vedruna, que ha colaborado en el Proyecto de Memoria Histórica y muchas veces asumió la edición del Boletín Justypaz, parte a Bolivia para prepararse a su profesión perpetua. Regresará a Colombia a finales de 2010.
Pilar, P. Guillermo y Patricia
Muchas gracias ¡!!
Comité Ejecutivo Comisión.
ANÁLISIS DE REALIDA
En su balance anual sobre el estado del conflicto armado en Colombia, la Corporación Nuevo Arco Iris asegura que si bien hubo éxitos militares contra las Farc, éstas han recuperado territorios; el Eln ha renacido y los paras están generando más violencia que la guerrilla. Tomado de Semana.com LEER MÁS
NO PODEMOS SEGUIR EL CAMINO HACIA EL ABISMO
Hace unas semanas FEDESARROLLO hizo públicas sus propuestas para una nueva reforma laboral y pensional, según ellos, para mejorar el empleo y garantizar las pensiones de los colombianos. LEER MÁS
EL DESAFÍO DE SABER PERDONAR
“El perdón no es un asunto exclusivamente religioso, también es una virtud política”. Con esta visión sociológica y 30 años de experiencia con comunidades marginadas en zonas de conflicto, el misionero de La Consolata, sacerdote Leonel Narváez, desarrolla una valiosa obra que ya tiene eco en 14 países del mundo y públicos reconocimientos en Colombia y la comunidad internacional: la Fundación para la Reconciliación, que además de desplegar tareas específicas de mediación, conciliación y arbitraje, concreta sus labores en un escenario propicio: las Escuelas de Perdón y Reconciliación.
La idea surgió en 2002 en Bogotá, con el propósito de difundir en 60 barrios de la ciudad las experiencias internacionales en pedagogías de perdón utilizadas en la década de los años 90, y ese mismo año se llevó a la práctica con 200 líderes barriales de las Juntas de Acción Comunal, que se encargaron de multiplicar el aprendizaje. Hoy, a través de talleres de 80 horas de duración, las Escuelas de Perdón y Reconciliación están ayudando a que muchas personas, familias, comunidades o instituciones transformen para su beneficio las secuelas del odio, la rabia, el rencor o los deseos de tomar venganza.
El padre Leonel Narváez sabe que es posible. Lo asumió desde que se ordenó sacerdote en los años 70, lo ratificó en sus posteriores estudios de sociología, con posgrados en las universidades de Cambridge y Harvard, y después lo constató en la práctica cuando su comunidad lo envió al África a trabajar con las comunidades nómadas en el desierto del Sahara y pueblos vecinos. Durante 10 años, en Etiopía, Sudán o Kenia, adelantando procesos de solución de conflictos evidenció que la fuerza de un Estado no está en las armas sino en la capacidad de reconciliación de su gente.
En 1989 regresó a Colombia y la comunidad de La Consolata lo envió a la región de El Caguán (Caquetá), donde las Farc se movían a sus anchas. No sólo conoció a jefes guerrilleros como Iván Márquez, Joaquín Gómez o Raúl Reyes, sino que muchas veces conversó con Manuel Marulanda Vélez. “Da la casualidad de que ambos éramos oriundos del municipio de Génova (Quindío) y cumplíamos años el mismo día, el 13 de mayo. Pero como era el día de la Virgen María, a él no le gustaba reconocer la fecha de su nacimiento”, comenta mientras recuerda cómo constató también el florecimiento de la coca.
De esa época concluyó que si bien existen causas objetivas del conflicto, como la pobreza o la ausencia de Estado, son mayores las causas subjetivas como las rabias acumuladas o los deseos de venganza que se guardan en el inconsciente y se expresan en una agresividad sostenida. La experiencia de 10 años comprobando las secuelas de la guerra, pero también asistiendo a la ejemplar obra pastoral de monseñor Luis Augusto Castro, dejaron la semilla de las Escuelas de Perdón y Reconciliación que empezaron a cobrar forma en Bogotá, después de que el padre Leonel Narváez, amenazado, dejó El Caguán.
Desde entonces, su obra crece silenciosamente, no sólo en sectores críticos sino como terapia familiar o apoyo a los adolescentes. Ya la fundación ha tenido el respaldo de la Unesco y hace presencia en Colombia, Perú, Brasil, Venezuela, Bolivia, Chile, República Dominicana, Estados Unidos, Canadá o Sudáfrica, entre otras naciones. No propiamente como acción experimental sino como trabajo sustentado en bases teóricas, pues el padre Leonel Narváez tiene claro que “cuando una persona o un colectivo humano aprenden a perdonar, se producen procesos de liberación que modifican el diario vivir”.
Y para no dejar dudas, recogiendo textos de consumados promotores de estas tesis, como el experto inglés Soussan Abadian, la reconocida psicóloga Donna Hicks o el ministro presbiteriano Rodney Petersen, el sacerdote Leonel Narváez acaba de publicar un valioso libro: Cultura política de perdón y reconciliación. Pero no sólo incluye sesudas reflexiones sobre el poder de la memoria, el perdón y las religiones o las sociedades que crecen con justicia, compasión y dignidad, sino que por primera vez explica cuáles son los pilares conceptuales de sus Escuelas de Perdón y Reconciliación.
El modelo de Robert Enright, que enseña a descubrir el peso de la rabia, para tomar la decisión de perdonar, trabajar en este camino y lograr la liberación de la prisión emocional. O el sistema de Everett Worthington que induce a reconocer las heridas del pasado, para después identificarse con los héroes del perdón, a fin de ir reduciendo los rasgos negativos y los agobios del pasado, y lograr el giro lingüístico que conduzca a la práctica cotidiana del perdón. Son conceptos teóricos, dirían los más escépticos, pero también palabras sanadoras que van creando una conciencia fuerte para enfrentar a los violentos.
“Yo sé que es posible”, recalca el padre Leonel Narváez, quien a través de sus talleres insiste en que se dé “una catarsis donde se saquen afuera los sapos y las culebras que contaminan la conciencia”. Y agrega convencido: “No se trata de abrirle paso al olvido, ni negar el derecho a la justicia ni mucho menos pasar por ingenuos, es un ejercicio de transformación de la memoria que exige una actitud distinta a la inutilidad de la guerra”. Ya lo dijo y lo probó el Premio Nobel de Paz, Desmond Tutu: “Sin perdón no hay futuro”. El padre Leonel Narváez busca que algún día se ensaye este camino para Colombia.
DENUNCIAS Y COMUNICADOS
Desde 1972 el CINEP trabaja por la edificación y la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Por medio de estrategias que lleven al desarrollo humano y sostenible, adelanta proyectos de diversa índole en muchas regiones del país, reflexiona sobre la amplia crisis humanitaria que permea los tejidos sociales. En tal sentido el CINEP toma partido por los sectores más discriminados y excluidos del orden social existente con miras a promover su participación activa en el desarrollo social. Un propósito enmarcado en el Proyecto Apostólico de la Compañía de Jesús en Colombia. LEER MÁS
PARAMILITARES AMENAZAN Y DESPOJAN DE SUS PERTENENCIAS A MISIONERO CLARETIANO
Quindío/ EJÉRCITO INGRESA Y AGREDE A UNA COMUNIDAD EMBERA
RED TAMAR
La red TAMAR, compuesta por miembros de 8 comunidades religiosas, solicita a hermanos/as que quieran sumarse a este importante trabajo e invitan aunirsen a la red social. (2 samuel 13, 1-22)
DIPLOMADO UNIVERSIDAD JAVERIANA Y LA CRC
La tarea evangelizadora, exige en el mundo actual, estar al día para construir el Reino de Dios. Por tanto, los religiosos y las religiosas deben buscar medios y modos de responder con calidad y pertinencia a estos desafíos. Por solicitud de una buena parte de la vida religiosa colombiana, se ofrece el Diplomadopara tener elementos de análisis de realidad e intervención pastoral.
Días 14 al 27 de enero de 2010
cupos limitados
23 nov 2009
ANÁLISIS DE REALIDAD
"POLÍTICA DE SEGURIDAD DE URIBE CONSTITUYE UNA AMENAZA"

El sacerdote jesuita hizo un análisis de la realidad colombiana a partir de la dignidad humana, el conflicto armado y el modelo económico imperante. Dijo que Colombia podrá salir de su encrucijada política, ética, social e institucional si logra mejorar las condiciones de vida de su población mediante la construcción de ciudadanía, democracia, desarrollo social y profundo respeto por la dignidad humana.
En ello su mensaje fue enfático: "La dignidad se da en cada persona como valor absoluto siempre. La dignidad no depende del sistema social y no se recibe del Estado, ni de ninguna institución nacional o global, religiosa o secular. La dignidad se tiene simplemente por ser humanos y no puede ser violada por ninguna institución. La dignidad no puede hacerse crecer. La dignidad de las personas no aumenta por el crecimiento económico de un país, ni por los estudios que las personas hagan, ni por ser pobladores de una potencia internacional; ni es menor por ser poblador de un país pobre. La dignidad no puede ser desarrollada. Lo que se desarrolla son las condiciones para que cada persona pueda proteger y expresar libremente su propia dignidad, de la manera como quiere vivir este valor absoluto. Estas condiciones son los derechos económicos, sociales, culturales, medioambientales y de género convertidos en realidad, en la forma como la personas de una comunidad decidan".
De Roux culminó sus estudios como licenciado en Filosofía y Letras en la Universidad Javeriana en 1968. Posteriormente hizo un Magíster en Economía en la Universidad de los Andes en Bogotá. En el año 1973 inició sus estudios de Teología y fue ordenado sacerdote en 1975; trabajó en el Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP) de la capital colombiana en la promoción de empresas comunitarias y como investigador. Más adelante obtuvo el doctorado en Economía en la Universidad de la Sorbona de París, en 1980, y el Magíster en esa disciplina en London School of Economics, en 1981.
Tuvo un importante liderazgo y jugó papel protagónico en gestiones de reconciliación y promoción social como director del Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, una zona muy conflictiva localizada en el centro oriente colombiano. Ha recibido varias condecoraciones, entre ellas, la medalla "Caballero de Honor de la Legión Francesa" otorgada por el presidente François Miterrand y el Premio Nacional de Paz en el 2001. A partir de octubre de 2008 es el Provincial de los jesuitas en Colombia.
Dada su amplia experiencia en conciliación en una de las zonas más conflictivas de la geografía colombiana, opina que "la paz será posible si se logra el desarrollo de la gente con dignidad, mediante procesos en medio del conflicto. Hay que transformar cada conflicto en proyectos para atacar las causas estructurales del mismo con miras a hacer las transformaciones".
Su diagnóstico sobre el país es preocupante: "Colombia -dice- vive una crisis humanitaria muy profunda, hay ruptura del ser humano que termina afectando a la comunidad internacional. Al mismo tiempo, hay un problema ético por lo que se hace urgente hacer valer la dignidad humana. Esa es la razón por la cual en este país se recibe más ayuda internacional en comparación con el resto de países de América Latina".
"Es el Estado el llamado a proteger y garantizar la dignidad, por lo que es indispensable y prioritario generar las condiciones para que el pueblo pueda escoger la manera de como vivirla", agrega.
No obstante que atribuye a todos los habitantes de esta nación su cuota de responsabilidad: "Todos en Colombia somos responsables por lo que hemos hecho o por lo que hemos dejado de hacer".
Criticó, igualmente, el modelo económico en Colombia, al que calificó de "explotación primaria" y de expoliación de recursos naturales. En contraste, se requiere posibilitar, dijo, un modelo eficaz de desarrollo social en armonía con el medio ambiente. De esta manera, explicó, "se producirá la vida que desean los pobladores, involucrándolos a todos en el progreso de su región, creando confianza colectiva".
En ese sentido y siguiendo los preceptos constitucionales de la Carta del 91 consideró que Colombia es un país que debe desarrollarse y gobernarse por regiones para mejorar sus posibilidades de democracia y participación ciudadana, y está en mora de hacerlo.
Destacó la experiencia político-administrativa de Bogotá en donde se ha logrado avanzar en cultura y convivencia ciudadanas, pese a que es una capital atravesada por las consecuencias del conflicto interno. Por ello, aseveró, su liderazgo "debe ser el motor de la paz en el país".
Preguntado por el Observatorio Sociopolítico Latinoamericano WWW.CRONICON.NET, si tras ese diagnóstico suyo, Colombia es un Estado fallido, De Roux manifestó: "Creo que es mucho más profundo, creo que estamos frente a una Nación fallida. Los colombianos no hemos logrado resolver el problema de la construcción de una nación entre los ciudadanos. La construcción de Estado es muy precario y si no lo hacemos desde lo más hondo como los principios básicos de una ética pública, siempre tendremos fragilidades en las elaboraciones constitucionales que desarrollemos y tendremos resquebrajamientos en las autoridades públicas que designemos".
Frente al controvertido tema de la entrega de bases militares colombianas a Estados Unidos, el sacerdote ignaciano manifestó que el mismo "está conectado con la dignidad nacional y plantea además la situación de hombres y mujeres que no acabamos de reconocernos los unos a los otros en nuestra grandeza, en nuestra autonomía, en nuestra soberanía, en la necesidad de confiar en que lo que vale de nosotros es la grandeza humana que compartimos y que tenemos que proteger. Tenemos la idea equivocada de que la dignidad nos va a venir de la protección que nos dé otra Nación, o de las armas o de la seguridad del Estado. No, eso es nuestro y nosotros tenemos que constituir el Estado soberano y protegerlo".
Criticó la política de "Seguridad Democrática" del presidente Uribe, a la cual calificó como "un discurso del miedo, porque busca que unos colombianos se protejan a través de las armas de otros colombianos, y eso constituye una amenaza".
Tras advertir que el presupuesto nacional para 2010 destina más recursos en armamento que en educación, dijo que ello contribuirá a profundizar "la guerra entre colombianos".
Bogotá, noviembre 13 de 2009.
TERRITORIOS INDIOS Y NEGROS, SUSTENTO DE LOS MEGAPROYECTOS EN AMÉRICA LATINA.
Por Nemesio Rodríguez
El milenio se abrió, en el subcontinente, con la modalidad explícita del rediseño de la ocupación espacial y, por lo tanto, de reterritorialización del capital y la población. Las obras de infraestructura (carreteras, puertos, aeropuertos, hidroeléctricas, exploración y explotación gasera y petrolera, etc.) tuvieron el sentido básico de “integración nacional” de territorios “aislados”, el acceso intermitente de ciertos recursos naturales al capital y la selección de puntos privilegiados para el comercio internacional y el turismo en las últimas cinco décadas del siglo pasado. El contexto de la globalización facilita y permite un cambio de escala en la planificación pasando de regiones subnacionales articuladas a iniciativas subcontinentales que aprovechan la infraestructura preexistente, la redimensionan en términos jurídicos y administrativos “nacionales”, la modernizan (cluster tecnológicos, aduanas virtuales, etc.) y amplían. Es así como emergen la Iniciativa de Integración Regional de Sudamérica (IIRSA) en el 2000 y el Plan Puebla Panamá (PPP) en el 2001. LEER MÁS
ARTÍCULO TEOLÓGICO
DENUNCIAS Y COMUNICADOS
Invitamos a todas las organizaciones, personas, asociaciones, colectivos, a suscribir la carta dirigida a la Corte Constitucional durante este mes de noviembre, de la cual adjuntamos un modelo, para solidarizarse con el justo reclamo de los pueblos indígenas ante la inminente la implementación de tres proyectos inconsultos dentro de su territorio: explotación minera por la empresa Gold Plata Corporation, el proyecto de interconexión eléctrica de ESP-ISA y la construcción de la carretera Titumate-Balboa-San Miguel- Acandí.
Por Comisión Intereclesial de Justicia y Paz LEER MÁS
CONTINUA GENOCIDIO CONTRA COMUNIDADES INDÍGENAS EN CAUCA:
Las organizaciones abajo firmantes denunciamos la grave situación que afrontan las comunidades indígenas de la zona Occidente y Norte del Cauca. En tan solo dos semanas han sido asesinados tres indígenas y otro mas gravemente herido quien se encuentra en cuidados intensivos en la Clínica Valle de Lili de la ciudad Santiago de Cali. Es importante resaltar la alta y constante militarización del territorio. La cual aumento su pie de fuerza ostensiblemente en las dos ultimas semanas. LEER MÁS
QUE HONDO DOLOR PRODUCEN LOS CRUELES ASESINATOS
Autor: CABILDO CERRO TIJERAS LEER MÁS
CNN HACE ECO DE LA SITUACIÓN DE DEFENSORES DE DERECHOS HUMANOS EN COLOMBIA
RECORDANDO A NUESTROS MARTIRES

INVITAN: COMPAÑIA DE MARIA Y LA CONFERENCIA DE RELIGIOSOS DE COLOMBIA
Presidirá la Eucaristía el Padre Javier Giraldo, sj
INVITACIONES
Día internacional de la No violencia contra las mujeres
El programa regional "Ciudades sin violencias hacia las mujeres, ciudades seguras para todas y todos" les invita este 25 de noviembre a participar de la celebración que realizaremos en Bogotá en la Carrera 16 # 28b-33 a partir de las 5 de la tarde. Hazte parte, La ciudad es tuya! LEER
Datos personales
SEGUIDORES
Seguidores
Buscar este blog
DÍA DE LA VIDA CONSAGRADA
Bogotá, 2 de febrero de 2018 COMUNICADO DE LA CONFERENCIA DE RELIGIOSOS DE COLOMBIA EN EL DÍA DE LA VIDA CONSAGRADA Queridos...